El tomate Raf se siembra en Cabo de Gata, La Cañada y El Alquián, principalmente. Tres localizaciones que reúnen las condiciones idóneas para el cultivo de un producto tan particular. Por un lado, la salinidad del terreno y, por otro, el clima suave de estas zonas en invierno.
Estas condiciones tan particulares y únicas son las que aportan al Raf su excepcional calidad gustativa. De hecho, este “pata negra” de los tomates tienen como uno de los secretos de su sabor esa salinidad del agua con la que se riega, gracias a la cual el fruto genera azúcares que lo convierten en toda una delicia.